José Ángel Ferrer García.- Está visto y comprobado que las nuevas generaciones no saben lo que es realmente hacer una estación de penitencia, no saben lo que es realmente portar su hábito nazareno, no saben lo que es llevarse unas horas guardando compostura en el sitio en el que va.
¿Cuántos selfies habéis visto de nazarenos con sus parejas? ¿Cuántos nazarenos habéis visto con el antifaz quitado con un móvil en la mano para poder ver la imagen titular de su hermandad? O en el peor de los casos ¿Cuántos nazarenos habéis visto en más de algún bar?
Los costaleros en numerosas están siendo atacados por llevar camisetas de tirantas “cubre pezón” por llevas capotes en la cabeza, por llevar a Mickey y sus amigos en los calcetines, incluso por llevar lemas pocos ortodoxos como bandera de sus cuadrillas… ¿Quién debe de incentivar una buena indumentaria a estos portadores del evangelio?
¿Se lo buscan? Por supuesto, al igual que el nazareno que no sabe cuál debe de ser su comportamiento en la calle.
Un amigo, Manuel Barrera Puerto, desde la cuaresma del año pasado lleva realizando un Taller de Nazarenos en la Hermandad de la Yedra, no para esculpir ni pintar nazarenos de escayola, si no enseña a los más jóvenes de la hermandad, a los que realizan su primera estación de penitencia en saber comportarse, en el sentido que tiene todos los detalles del hábito nazareno, el cíngulo que portamos desde el cuello, sinceramente sería una magnífica idea que se debería de extrapolar a otras hermandades ya que nos preocupamos en qué flores deben de llevar las andas procesionales en vez de preocuparnos por la formación de nuestros hermanos y hermanas.
¿Es cuestión de formación o es cuestión de educación?