Los cofrades de Bondad y Misericordia -permítanme que haga este símil- parece que ven ya la luz al final. La jornada de hoy, 28 de febrero de 2019, se convertirá a buen seguro en una fecha importante, marcada con letras de oro en la historia de esta joven hermandad.
La llegada a la Parroquia de San Juan de Dios -algo que parecía que nunca iba a producirse- se hará efectiva en torno a las 19 horas de la tarde, tras recorrer las inmediaciones de su barrio que vio crecer a un grupo de chavales, a los que todo se le ha vuelto en contra.
Pero como les digo, hoy es un día para festejar y disfrutar. Dejar atrás lo pasado y centrarse en el presente, pensando en un futuro prometedor.
Nunca dijeron que las cosas iban a ser fáciles. Nada fáciles.
Tras la invitación por parte de la comunidad de religiosos de San Juan de Dios, a buscar otra sede para realizar su vida de hermandad y salida procesional, el caminar por el desierto de estos cofrades ha sido duro, muy duro, innatamente duro.
La salida de la parte trasera del Santuario de San Juan Grande, tendrá lugar a las 17 horas. La imagen partirá hacia su nueva sede portada en unas andas cedidas por la Hermandad de la Sed, y donde habitualmente procesiona la Virgen del Amparo. Así mismo, en esta ocasión especial. la imagen irá ataviada con túnica y mantolín cedidos por la Hermandad de la Borriquita, además de contar con el acompañamiento musical de la Agrupación Musical San Juan.
Tras recorrer las inmediaciones de su barrio, debemos destacar la llegada hasta la calle Toneleros -corazón latente de esta corporación- que se ha engalanado para la ocasión con una alfombra de sal y varias colgaduras.
Un sueño hecho realidad, el que reciben hoy los cofrades de Bondad. Una realidad que se hace presente en una Parroquia que por fin, acoge a una cofradía para el barrio y un barrio para la cofradía.