La lluvia con la que ha comenzado la jornada de Jueves de Pasión, no ha sido la que ha hecho sentir los nervios que allá por la Victoria deberían de tener un nutrido grupo de cofrades. La sensibilidad cofradiera de nuestra ciudad, nos habla de que un día como hoy deberíamos de estar oliendo el azahar más fuerte que nunca y que los primeros nazarenos surcarían la calle Ancha en busca de un barrio que los anhela.
La Bondad es tan grande, que debemos dar gracias a que por su misericordia sigamos todos bien. Eso es lo que cuenta y va a seguir contando estos días.
Las vísperas arrancan y la disfrutaremos. De la forma que podamos.