Hermandad de la Oración en el Huerto.- Como bien es conocido, en este año celebramos nuestro 75 aniversario fundacional, razón está por la que, avalada por la celebración del Año Jubilar Vicentino (VI aniversario de la muerte del Santo Dominico) que se está celebrando en el mundo y particularmente en toda la Comunidad Valenciana, la hermandad ha decidido, tras obtener los permisos y autorizaciones correspondientes, además de la alegoría y/o referencias al Señor Sacramentado, SAN VICENTE FERRER, figurará en un altar en el recorrido de la procesión del Corpus Christi de la ciudad.
Al respecto del Año Jubilar Vicentino, la Santa Sede tiene concedido, a petición del cardenal Arzobispo de Valencia, el Año Jubilar a las diócesis de Valencia, Orihuela-Alicante, Segorbe-Castellón y Tortosa con motivo del VI centenario de la muerte de San Vicente Ferrer, patrón de la Comunidad Valenciana. La celebración interdiocesana del Jubileo Vicetino, se abrió el día de la solemnidad de San Vicente Ferrer de 2018 y se clausurará en la misma solemnidad del 2019. Según los obispos, “queremos que este sea un tiempo de conversión personal, comunitaria y pastoral, una ocasión para intensificar la predicación del Evangelio y centrar nuestras vidas en el Señor Jesucristo, y una oportunidad para que todo el pueblo de Dios conozca con mayor profundidad la figura de San Vicente Ferrer”. El Cardenal precisó que convocaba el Año Santo “para que aprendamos de San Vicente Ferrer y lo sigamos, para que nos dejemos imbuir de su espíritu eclesial y evangelizador, para que conozcamos su personalidad y su obra, sus aportaciones en el campo del pensamiento y en la recomposición de la Iglesia y de la sociedad en Valencia, en España, en Europa, y para que avivemos nuestra devoción a él y lo invoquemos cada día más como intercesor muy principal ante Dios”. “En San Vicente Ferrer, tenemos a ese santo, a ese hombre nuevo, a ese evangelizador, que, en su época, llevó a cabo una obra de evangelización tan grande y transformadora como ahora la necesitamos”, subrayó el Cardenal recordando cómo el santo valenciano “fue ante todo un evangelizador, un trabajador incansable en el anuncio del Evangelio, en la obra evangelizadora de la Iglesia, a tiempo y a destiempo”
Por si fuera poco, estamos además en unas de las grandes tallas del barroco, donde San Vicente Ferrer se dispone en aptitud penitente, obra de hacia 1731, atribuible a Francisco Camacho de Mendoza. Este dato aparece en el testamento otorgado en dicha fecha por Lorenzo Joaquín de Villavicencio, primer marqués de Casa Villavicencio, quien por esta última voluntad dejó 100 pesos de 8 reales de plata para ayudar a costear un altar para esta imagen, del que especifica “que nuebamente se ha echo de Penitencia”.
San Vicente Ferrer hizo estación de penitencia hasta 1834. Lo hacía junto al Dulce Nombre de Jesús, con atributos de la Pasión, y la Virgen de Confortación acompañada del ángel desde los inicios de la cofradía.
Por todo ello estimamos que estamos en una ocasión especialísima y singular de ver al Ángel del Apocalípsis, como era conocido San Vicente Ferrer, en las calles de nuestra ciudad, pues no se recuerda su salida del templo, lo que viene a dignificar, más si cabe con tan importantísima talla, al Corpus de Jerez.