(Continuación del Artículo «Cristo Rey: 25 años de donantes de sangre en Jerez)

A las 18:00 horas, se puso en marcha la magna procesión en honor a Cristo Rey, Majestuoso en su paso de Misterio, como si de un Domingo de Ramos se tratara, recorría las calles adyacentes a la feligresía, luciendo la Insignia de Oro de los Donantes de Sangre.

Tal y como se había propuesto, se organizó todo de manera que la procesión fuera una verdadera procesión, es decir precedida de cruz de guía, formando filas de numerosos cofrades y devotos que quisieron participar en ella, como así mismo las Hermandades con sus guiones.

El recorrido efectuado fue el siguiente: Salida del templo Parroquial de San Marcos, Plaza N.P. Jesús de la Sagrada Cena, Plaza San Marcos, Plaza Rafael Rivero, Puerta de Sevilla, Alameda Cristina por delante de Santo Domingo, Plaza Aladro, Eguíluz, por delante de la Casa del Sr. Obispo, Plaza Mamelón (donde se despiden las hermandades que nos acompañaron), San Juan Grande, Gaitán, Por Vera, Puerta de Sevilla, Plaza Rafael Rivero, Plaza San Marcos, Plaza N.P. Jesús de la Sagrada Cena, Oratorio de la Escuela de San José.

Las personas congregadas para ver salir la procesión eran cientos, como cientos eran las que componían la procesión.

Fue una tarde noche fría otoño, Jerez entero se echó a la calle para ver, sentir y acompañar a Cristo Rey.

La recogida de la “Solemne Procesión” en el Oratorio de la Escuela de San José, sede canónica de nuestra Hermandad desde su fundación, puso fin y “broche de oro” al amplísimo programa de actos celebrados durante todo ese año conmemorativo de las Bodas de Oro Fundacionales de la Hermandad y del Ciclo Cristo Rey 1.999 que han pasado a la Historia de la Hermandad como días de Gloria, escritos con letras de oro en ella.

Elevemos una oración por nuestros hermanos difuntos y por las intenciones de nuestra cofradía y pidamos que el Espíritu de la paz sople sobre aquellos lugares que tanta necesidad tienen de ella.En el Oratorio del Colegio, con nuestra presencia o desde donde nos encontremos, Ellos esperan nuestras oraciones.

Cristo Rey del Universo, en este tiempo de conflictos y sufrimientos, te pedimos que extienda tu manto de amor y compasión sobre todos los niños inocentes y las almas afligidas.

Abraza con especial ternura a todos los niños heridos en las guerras como símbolo de la inocencia que sufren y a través de Tu divina misericordia, la paz florezca en medio de la discordia y el sufrimiento.