Los Hermanos Mayores asistieron ayer al Pleno Extraordinario solicitado por un número importante de ellos. Treinta y dos, hizo saber la propia Unión de Hermandades como respuesta sutil al comunicado lanzado por nueve hermandades -después se agregaron alguna mas- pidiendo examen de conciencia propio por parte de todos, ante lo que se consideraba una situación fuera de lugar.
Pero ya lo decíamos ayer por la mañana. Era la hora de hablar. La hora de ponerse frente a frente y sin ataduras para atajar una situación que por momentos ha parecido insostenible. Y el primero que habló fue nuestro obispo. En una magistral lección y a través del asistente eclesiástico del propio Consejo, D. José Manuel Sánchez-Romero Martín-Arroyo, el Pastor Diocesano mostró su total apoyo al máximo organismo cofrade e instó a todas las partes, a buscar la verdadera unión que debe de tener el colectivo cofradiero. Por otro lado, tampoco tenía que disculpar a nadie. Y fíjense si el «baculazo» fue tan enormemente acatado por los máximos dirigentes de nuestras hermandades, que lo demás paso a un segundo plano tan sutil, que la unanimidad formó parte de la tónica al cerrar los acuerdos.
La foto de familia fue la invitación responsable a encontrar verdaderas soluciones a los problemas que van mas allá de lo extraordinario.
Esperemos que sea así, ya que de otra manera la situación se podría volver peligrosa.
A empezar desde cero, toca.