Cuando la Hermandad de la Lanzada decidió en su día apostar por el acompañamiento musical tras su paso de misterio, tuvo claro la línea a seguir.
Fue en 2008 cuando se apostó por darle un giro a la puesta en escena de la cofradía en la calle y aportar a la Semana Santa de Jerez, un estilo basado en la dulzura de la escena que se representa. Cristo yace ante Longinos que contempla su cuerpo inerte, mientras que la Virgen de Gracia y Esperanza solloza con su eterno llanto, al tiempo que San Juan no encuentra como consolarla.
¿Habrá escena más romántico que esta? Un momento en el que la tristeza solo la acompañó durante muchos años el silencio, sucumbiendo desde el momento número 1 ante la encomienda atrapada de la marcha de Márquez Galindo.
Ahora llegados a este punto, debemos preguntarnos: ¿por qué? ¿por qué ahora?.Si la cofradía roza la perfección en su exquisito transitar por las calles de Jerez, denotando la sutileza que nos demuestra al colectivo penitencial más fugaz de la Semana Mayor jerezana.
Serán modas o incongruencias que algunos intentan interponer en las cofradías, pero que en esta ocasión la tendrán que decidir sus hermanos. Aunque eso sí, no todas las bandas son la Centuria, por si algunos siguen con el calentón de junio.
Piensen con cabeza. Por mucho que el cabildo sea soberano. Háganlo con cabeza.