El 29 de junio antes de irnos de vacaciones, se presentaba con toda pompa y boato, la Procesión Magna Mariana que tendrá lugar en Jerez el próximo 12 de octubre.
Nos encontramos escasamente a un mes de su celebración y ahora puedes caminar por la calle, preguntar a cualquier jerezano que se precie y desconocen por completo la excepcional circunstancia que se va a dar en esta fecha.
¿Estamos preparados para recibir a la cantidad de personas que van a visitar nuestra ciudad en la fecha? ¿Sabemos los jerezanos las circunstancias excepcionales que se van a propiciar? ¿Están preparados los servicios públicos para acoger a tantos cofrades que esperan recibir la mejor de las caras de la ciudad?
Poco se prepara Jerez ante este acontecimiento, que debe de plantarse desde antes de ayer al doscientos por ciento. Mínimo al nivel en el que se mueven por estos lares ante el periodo zambombero de nuestra Navidad.
El problema está en que aquí no se ve ni un solo cartel anunciador y mientras, las hermandades siguen sin ponerse de acuerdo en horarios. La cantidad de analgésicos que deben llevar por Curtidores ante las visicitudes que se han producido respecto a este tema, debe ser amplia.
Menos mal que al menos, se salva la exposición de los mantos y la que se espera de devociones conventuales.