Adrián Zurera de la Peña.- La jornada amaneció con lluvia y un cielo cubierto de grisáceas nubes, sumándole el cambio de hora producido la pasada madrugada, provocando una corta aparición de público, pero estas circunstancias fueron incapaces de suspender la Estación de Penitencia de la Hermandad del Resucitado. No fue hasta las once de la mañana cuando empezó a crecer el número de personas que se aglutinaban en torno a esta hermandad. Una hora después, a las doce de la mañana, el sol hizo acto de presencia, calentando la mañana y convirtiendo en definitiva en un Domingo de Resurrección idílico. Debido al mal tiempo, la corporación penitencial tuvo que recortar su recorrido.
Cabe destacar dos aspectos; el primero -algo negativo- la escasa aparición de las presentaciones de la hermandades, la falta de presencia del Señor Obispo y miembros de nuestra Unión de Hermandades. Fueron unas carentes presidencias de Hermandades y una Agrupación Parroquial las que se presentaron en la procesión, eso sí de chaqueta, algo incomprensible para mí, ya que si la hermandad invitada posee hábito nazareno debe vestir su túnica en esta procesión, quedando exentas las que carezcan de ella. Algo obvio, pero parece que no para todos. El otro lado, la cara buena de la procesión, fue el aumento de hermanos que vestían la túnica, además del estreno del nuevo paso de misterio y mantener el cortejo de las mujeres vestidas de mantilla blanca.
A la tarde, a eso de las cinco, salía de la antigua Colegial la Hermandad del Transporte, la cual no pudo finalizar su Estación de Penitencia en la jornada del Domingo de Ramos por la climatología, lo cual tuvo que producirse hoy el traslado hacia su templo. En el trascurrir de la cofradía se pudo observar dos petalás, una en el cruce entre calle Carmen y Chapinería, produciéndose la otra en la calle Merced, a la altura de su Casa de Hermandad. Es reseñable el pausado trascurrir de la corporación en este traslado, el cual fue acompañado por los sones de la Banda de Cornetas y Tambores del Rosario de Cádiz y la Banda de Música Nuestra Señora de Palomares de Trebujena. Al igual que la recogida, donde el paso de palio antes de entrar en su templo realizó una vuelta Macarena al compás de dos marchas engarzadas.
Fotogafía: Lucas Álvarez.