José Ángel Ferrer García.- Sevilla amaneció el pasado miércoles con las manos en la cabeza, cuando leyeron como bombazo cofrade que la corporación del Jueves Santo que reside en la Iglesia de la Anunciación -la Hermandad del Valle- había denunciado mediante proceso civil al ex mayordomo – en Jerez sería tesorero – por el desfalco de dinero durante los doce años que estuvo en el cargo llegando a la escalofriante cantidad de 134.000 euros.
Anoche hablando ese mismo tema con mi compañero Ildefonso Roldán, me comentaba que si el fuese ese ente, no podría ni dormir por las noches, a lo que yo me sumé que era algo tan grave que algo así ni se me pasaría por la cabeza, puesto que todo sería el robar dinero con el que se gestiona las obras sociales de la hermandad, las becas a estudiantes, conservación de patrimonio y un largo etcétera.
A lo largo de los años la cantidad ha ido creciendo hasta el punto de que ha sido más que considerable la cuantía.
Esto no ocurriría en el primer año lógicamente – bajo hipótesis mía – si no que al verse afincado en su sillón y ser una persona intocable e irremplazable, pues de manera premeditada elaboró su plan falsificando estadillos de cuentas.
¿Estos episodios podrían evitarse si se cambiaran las personas que están a cargo de estos temas tan importantes?
La oxigenación en los cargos es más que necesaria bajo mi humilde opinión, ya dije en varias ocasiones en los artículos que he escrito que nadie es imprescindible en este mundo y que cualquier persona mejor o peor cualificada podría suplirla.
Aparte de esto, ¿qué clase de persona puede robar el dinero de su propia hermandad? Personas sin escrúpulos que llegan a cegarse con un dinero que no es suyo.
Uno de los siete pecados capitales recaen sobre este ente, la avaricia, proviene del latín “avarus” que significa “codicioso” que es el deseo y ansia excesiva por obtener riqueza e incumpliendo el décimo mandamiento, “No codiciarás los bienes ajenos”.
Después de que toda Sevilla se haya enterado de este bochornoso episodio, ¿cómo podrá andar con la cabeza alta este hombre? Los cuchicheos a su paso serán cada vez más fuertes y algunos llegaran a señalarle con el dedo con la intención que la gente sepa qué él es el mayordomo más miserable conocido.
Que el señor se apiade de su alma, que busque la misericordia de Dios y si es honrado que devuelva todo el dinero robado.
El próximo viernes hablaremos sobre “la bota de oro”que no es la tienda de calzado que se ubicaba en la calle doña blanca, ni tampoco de Cristiano Ronaldo ni de Messi.