El primero domingo de Octubre es muy especial para la vecina localidad de Bornos. La presencia en las calles de la patrona de todos los bornichos, la Virgen del Rosario, se hace mas patente en los últimos años no solo en este bello pueblo sino en toda nuestra provincia. Recientemente desde la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de Bornos, se han iniciado los trámites del expediente que culminarán tarde o temprano en la Coronación Canónica de la bella imagen. Hablamos con su Hermano Mayor: Pablo Baena, quien además de reconocido cofrade en nuestra ciudad, se encarga de presidir la corporación en los últimos años.

Alejandro Fernández.- Pablo, desde hace unos años, podemos decir que la devoción a la Virgen del Rosario está traspasando las fronteras de Bornos donde es patrona. ¿Esto como se hace?
Pablo Baena.- Pues creo que depende de dos factores fundamentales: los hijos de Bornos que viven fuera de la localidad y que llevan a su Patrona por bandera allá a donde van y, por otro lado, la difusión de las redes sociales, que ha contribuido a que sea conocida esta bellísima imagen.

A.F.-¿Podemos decir que la devoción a la Santísima Virgen ha crecido en un corto espacio de tiempo?
P.B.-Sí, y mucho. La Virgen ha tenido siempre una enorme devoción. Muestra de ello es el riquísimo patrimonio con el que cuenta. Sin embargo, hasta hace poco era una devoción un tanto encorsetada hasta incluso dentro del propio pueblo.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la Cofradía se ha empeñado en hacerla cada vez más extensiva y participativa y está dando muy buenos frutos: se ha instaurado la felicitación sabatina, la apertura del camarín para visitarla los primeros sábados de mes, la presentación de los niños en la fiesta de la candelaria, los cultos y la procesión del mes de mayo y también la inclusión en la novena de todos los años de otras realidades locales tanto religiosas como no religiosas (hermandades, movimientos eclesiales, asociaciones de vecinos y culturales, equipos deportivos…).
Todo ello ha contribuido a que la Virgen sea la Madre de todos y para todos.

A.F.-¿Como es el día a día de la Hermandad del Rosario?
P.B.-Pues si te digo la verdad, es un tanto difícil. Si bien es cierto que la gente se vuelca con su Patrona, es una hermandad donde la media de edad es muy alta y los actos de culto son fáciles de organizar porque las personas mayores participan y responden muy bien en lo referente a las celebraciones litúrgicas; pero también es verdad que para la cantidad de cosas que se organizan ahora a lo largo del año hace falta una gran financiación económica y buscar los recursos no siempre es fácil porque para montar una barra benéfica, hacer una rifa o cualquier otra actividad de este tipo es necesario un personal con el que no contamos en nuestra realidad particular.
Sin embargo, y lo más importante de todo es ver cómo la vida de la Hermandad gira en torno a Ella y para muestra sólo hay que ver cómo los cultos están siempre muy solemnizados y con la iglesia llena.

A.F.-¿De donde parte la idea de iniciar el expediente de Coronación Canónica a la Virgen del Rosario?
P.B.-Pues la idea parte de que creo que ha llegado el momento porque la Virgen ha querido. Y un cúmulo de circunstancias han hecho que nos decidamos a iniciar unos trámites que, por otro lado, no son exclusivos de la Hermandad.
La petición de coronación no va a ser de parte de su Hermandad sino de su pueblo. A la Virgen la va a coronar su pueblo y es un acontecimiento que se va a ir gestando desde el Pueblo, desde la Parroquia y desde la Hermandad.
Con ocasión de los cultos de mayo me hicieron una entrevista en la tele preguntándome también por la coronación, y yo vine a explicar que la Virgen no estaba coronada porque no se había empezado la gestión porque yo palpaba que era un deseo contenido del pueblo, del párroco, de la hermandad y, cómo no, de un servidor. Contaba también en esa entrevista que precisamente el día antes había yo recibido una pulsera de oro de un devoto para que fuera fundida en la corona que un día se hiciese para las sienes de la Virgen. Al día siguiente de emitirse la entrevista, llegaron a la Hermandad otras dos donaciones de oro para que se le haga a la Virgen una corona.
Informé al párroco del asunto y él, que también está deseando, me dijo: «Pues manos a la obra». Y así estamos.

A.F.-¿Se está volcando el pueblo con la causa?
P.B.-Pues si te digo la verdad, mucha gente no sabe siquiera en qué consiste una coronación, pero sí que quieren que su Virgen tenga en la tierra lo mejor que ellos le puedan ofrecer. Todo aquel que no ha vivido un acto de coronación canónica te pregunta: «¿Pero la Virgen no tiene ya una corona?» Y, claro, cuando se le explica, se adhieren inmediatamente al entusiasmo.
Es como si en ese momento pensaran que si la que tiene no es la mejor y que hay todavía un reconocimiento devocional mayor hacia la Virgen, pues que se consiga para Ella.

A.F.-Hace pocos años, se ha recuperado la denominada Procesión de la Rosa, en la mañana del primer domingo de Mayo. Háblanos sobre esta recuperación.
P.B.-Hay constancia en la Cofradía de que la Hermandad hacía tres procesiones al año: en la candelaria con las velas, en mayo con las rosas y en octubre con el rosario.
Tras la guerra civil se quedó solo la procesión de octubre el primer domingo, con sus correspondientes cultos patronales.
Cuando la junta de gobierno actual tomó posesión, decidió recuperar e incluir en las Reglas de la Hermandad los cultos de mayo consistentes en una procesión el primer domingo para que recorriera cada año un barrio del pueblo, ya que el recorrido de octubre es fijo, y aprovechar para hacer el día antes la Función Principal de Instituto con la protestación de fe y el juramento de reglas de los hermanos, que hasta ese momento no se hacía porque la función de octubre es el Día de la Virgen y trasciende a lo que es la propia hermandad.
Así pues, y desde hace cuatro años, la Virgen sale con su Hermanad también el primer domingo de mayo acompañada de dos filas de hermanos con rosas bendecidas, sin otras representaciones ni autoridades, y días antes se celebra un triduo y la Función de Instituto de la Hermandad.

A.F.-Además de ocupar el máximo puesto de responsabilidad en la cofradía, te encargas de que la Virgen reluzca aun mas guapa, siendo su vestidor. Una doble responsabilidad ¿no?
P.B.-Ella es lo más grande que tengo. De Ella me viene todo lo bueno que tengo en mi vida y a Ella se lo debo todo. No hago más que intentar servirla humildemente e intentar devolverle todas las gracias que de su mano recibo.
Y hasta en el privilegio de que me permita servirla encuentro su bondad.
No entiendo la vida sin la Virgen del Rosario. Que me falte lo que sea, pero que no me falte Ella.

A.F.-¿Cómo te imaginas el acto de Coronación de la Virgen del Rosario?
P.B.-Como el día más feliz de mi vida.
Intento contener las lágrimas para contestar a esta pregunta.
Me imagino a la Virgen radiante, a su pueblo entregado, a los nardos derramando el mejor de sus perfumes para Ella y hasta a los ángeles y santos aplaudiendo a su Reina desde lo más alto del cielo.