Llega la Cuaresma y con ella los «cofrades», que si me permiten la expresión, salen de debajo de las piedras. «Cofrades» que no aparecen durante todo el año por su Hermandad, sino que cuando aparecen además lo hacen llamando la atención.
Modas, esas modas de la llegada del carnaval y todo el mundo es carnavalero desde la cuna y ultra de alguna que otra comparsa, coro, cuarteto o chirigota, que no se pierde una sesión del COAC y que cuando pasa el carnaval cambian las máscaras y los disfraces por el capirote y la túnica.
Respeto, el respeto es algo que desgraciadamente se va perdiendo desgraciadamente en el mundo cofrade con el paso del tiempo. Ese respeto que exigimos cuando se meten con nuestros Sagrados Titulares o con nuestra Religión pero que sin embargo, a veces y sólo a veces, no damos al prójimo.
Y es que la Cuaresma llega, lo hace notándose en todos los aspectos pero se va volando dejando «cofrades» que no se volverán a ver hasta la próxima primavera, marcándose por modas como la de hacerse una foto delante de tu Cristo o Virgen, buscando alguien con cámara para que inmortalice el momento y cortando la cola del besamanos si es necesario solo por tener una foto, como si el Cristo o la Virgen no estuviera el resto del año en su Iglesia e incluso algunos llegan a agarrar a la imagen por el hombro o la cintura y a ver la foto en la pantalla de la cámara delante de la Sagrada imagen con gente esperando a besarle, no fuera a ser que hubiera que repetir la foto. O tal vez esa falta de respeto de algún que otro aficionado a la fotografía que se hace llamar «fotógrafo» apartando algún que otro candelabro para hacer la foto. Ese respeto que brilla por su ausencia y que en ocasiones no se da a esa imagen de Cristo o María pero que luego si exigimos cuando nos tocan lo nuestro.
Y es que la Cuaresma ha llegado, aunque poco a poco se va marchando y dejará paso a la Semana del año; la Semana Santa. Disfrutemos de la espera, pero siempre con respeto.