Día del Amor Fraterno. La tarde del Jueves Santo se dan la mano con la Noche de Jesús, llenándonos de Esperanza crucificada en medio de ladrones, unidas a la Redención salesiana que nos lleva hasta la Oración en el Huerto, traspasada por la Lanzada en medio de un Mayor Dolor.
Ya en la tranquilidad de la noche cerrada, nos llegará el silencio que solo puede marcarse desde San Miguel seguido del impás percusional y jerezano que nos trae Jesús Nazareno que encarnado en Cinco Llagas, trasladará hasta la Buena Muerte la sencillez que desembocará en la mañana, simplemente de la Esperanza.
¡Disfruten!