Cuando las palmas vuelvan a brillar por San Marcos, sentirás que todo termina. Cristo entra triunfal en Jerusalén en una jornada apoteósica y que nos hará descubrir el bello rostro de la Virgen de la Estrella, el poderío de una hermandad que se asienta de manera fuerte como es la de Pasión, la evolución patente en el Perdón, el vigor del Transporte, la categoría de la Coronación y el dulce silencio de las Angustias.
Disfruten de esta jornada.