«Honor y gloria a las fuerzas armadas y cuerpos y fuerzas de seguridad» por Fernando Barrera Romero, Hermano Mayor de la Defensión
La Hermandad de la Defensión está estrechamente vinculada al estamento militar desde su fundación, ya que el 5 de Marzo de 1795, el Regimiento nº 18 de España escoltó la Imagen del Santísimo Cristo de la Defensión, desde el Monasterio de la Cartuja a la ciudad de Jerez. Tras más de cincuenta años de intensa unión con el estamento militar, el 18 de diciembre de 2010, festividad de la Expectación de María, titular de la Hermandad, se concedió por parte del Arzobispado Castrense de España, el título de “Castrense” a la corporación como refrendo de la vinculación antes mencionada.
Como Hermano Mayor de esta Hermandad Castrense, quisiera resaltar la encomiable labor que están llevando a cabo las Fuerzas Armadas y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para afrontar los efectos de esta terrible pandemia que está afectando de forma tan brutal a España.
Aproximadamente unos 90.000 militares están participando en la operación Balmis, desarrollada por las Fuerzas Armadas como respuesta a la epidemia de coronavirus. A esto hay que añadir los más de 80.000 agentes de la Guardia Civil, los 65.000 policías nacionales y los 63.000 policías locales. La mayor parte de ellos/as en primera línea para combatir la pandemia. Ya se han producido bajas en cada uno de ellos por causa del coronavirus y un número indeterminado (varios miles) están contagiados.
En estos tiempos de gran incertidumbre, de temor y de inseguridad, siempre encontramos el trabajo de la Fuerzas Armadas y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Todos ellos gozan de un extraordinario prestigio y reconocimiento a nivel internacional, que incluye a las principales potencias mundiales. Es hora de que todos reconozcamos a las Fuerzas Armadas y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado como lo que son, instituciones que pertenecen al pueblo y que están integradas plenamente en la sociedad. Es necesario desterrar ya de una vez por todas esas acepciones trasnochadas y retrógradas que no se corresponden con la realidad e identificarnos plenamente con ellos por los valores que les caracterizan.
Una vez más son ejemplo de lealtad, dedicación y buen hacer. Una vez más ponen en peligro sus vidas para salvar a los demás, sabiendo que aun así habrá personas que no valoren su trabajo. Ahí reside su gloria. No esperan nada. Es su trabajo y para eso se han preparado, aunque les cueste la vida.
Desde esta sencilla Hermandad queremos aportar nuestro granita de arena para poner en valor el trabajo de las Fuerzas Armadas y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Elevamos plegarias al Santísimo Cristo de la Defensión y a María Santísima de la O para que los guíen y protejan en el desempeño de tan altas responsabilidades. Rezamos y aplicamos píos sufragios por cada uno de los miembros de las Fuerzas Armadas y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado caídos en acto de servicio. Gracias de todo corazón por vuestro trabajo.