Desde hace ya unos años, el 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer Trabajadora.
¿Será sinvergüenza el que le puso el adjetivo trabajadora a la MUJER?
Nuestras madres, son las primeras que se levantan y las primeras en caerse rendidas debido al «trajín» de llevar una casa, o estar cansada por la jornada laboral en el lugar donde todas y cada una de ellas desempeñen la función de arquitectA, ingenierA, cocinerA, modistA, juezA, abogadA…
El pasado año hubo una política de nuestra ciudad en la que cuestionaba la integración de las mujeres en nuestra Semana Santa, es cierto que aún queda mucha tela que cortar y muchísimas cosas que tenemos que mejorar para mejorar la integración de las mujeres por ejemplo en Juntas de Gobierno.
Como podéis observar -en la foto que le he puesto al artículo – son MUJERES, elaborando un diseño de Don Juan Manuel Rodríguez Ojeda en su taller en el barrio de le Macarena.
Las mujeres siempre han participado activa y pasivamente en nuestra Semana Santa, desde hace siglos, bordando en oro y seda, siendo las que cuidan y miman el ajuar de nuestros titulares. También en pleno siglo XXI hay mujeres que son Hermanas Mayores de sus Cofradias – el mejor ejemplo es Eva Castañeda en nuestra ciudad – mujeres Secretarias, mujeres Tesoreras, mujeres Delegadas de Cáridad o incluso Diputadas Mayores de Gobierno.
Las cofradías no son solo cosas de Hombres, en cuarenta años, las hermandades hemos pasado de tener devotas a pasar a tener HERMANAS, de que tengan la posibilidad de vestir una túnica de nazareno y poco a poco forman gran parte de las Juntas de Gobierno de nuestras cofradías.
El que dude del papel de la mujer en nuestra semana santa, es porque realmente no tiene ni idea de la labor que realizan en el seno de una hermandad o en un taller de bordados.
«FELIZ DÍA DE LA MUJER sin más adjetivos«