Adrián Zurera de la Peña.- En la ciudad de Jerez el pasado fin de semana, sólo transcurrieron dos procesiones por nuestras calles -esas que aun pelean ese característico aroma a vino- la Virgen de la Cabeza además de Santa Ángela de la Cruz.
Pero si nos trasladamos a Sevilla, observamos que no sólo una hermandad se planta en la calle. En la jornada del sábado 7 fueron cinco las que realizaron una salida procesional, como es el Santísimo Cristo del Perdón, Nuestra Señora del Prado, Santísimo Cristo de la bondad, Divina Pastora y Nuestra Señora de Guadalupe.
Al día siguiente, el domingo día 8, se pusieron en la calle las Hermandades del Amparo y la de la Reina de Todos los Santos, transcurriendo por las calles de la vieja Híspalis.
Fin de semana cofrade y uno de los últimos del año.
¡Ya era hora!, ¿No os cansáis de tantos “pasitos”? Más de una vez escuché, esos tipos de comentarios mientras caminaba en busca de la salida de la Virgen del Amparo. Y como siempre suelo responder con una mirada hacia el suelo, pensando sobre intolerancia imperante en las personas. Mi país es así, tan progresista para algunos temas y tan incomprensible para otros tantos. Nunca cambiará…
Por otra parte, este fin de semana se ha vivido el III Encuentro Nacional de Jóvenes de Hermandades y Cofradías de España, donde se han reunido en torno a Sevilla todos los cofrades de España para ver y comprender la archiconocida Semana Santa sevillana. Cargado de ponencias, certamen de bandas, visitas a hermandades…
Pero no todo en las cofradías son festejos y para esas personas que piensan que sí, yo les digo a boca abierta un gran NO -por desgracia-.
A todos nos gusta salir a tomarnos unas tapas mientras vemos pasar a la gente acelerada en busca de la mejor revirá, fotografía, levantá o esa marcha dedicada. Sin embargo, detrás de todas estas procesiones se esconden problemas internos en las corporaciones, discusiones entre hermanos, rivalidades inútiles entre paso de misterio y palio, “comandos” cual equipo de fútbol…
Y más en este mes. Mes de los difuntos, mes donde en especial se recuerda a todos aquellos hermanos que un día nos dejaron. Casi en el epicentro de este mes de luto, se debe mencionar a todos aquellos que no se marcharon. En este mes nos deberíamos de olvidar de las disputas y enfrentamientos internos en las cofradías, ya que en una hermandad no debe haber hueco para el odio, maldad ni envidia.
Y quien tenga en su corazón algunos de estos sentimientos, le invito a abandonar el barco.
Aquí se rema en la misma dirección.