Adrián Zurera de la Peña.- No voy a comentar lo sucedido este fin de semana.Todos sabemos lo ocurrido y somos capaces de analizar lo sucedido, dejando temas políticos y económicos a un lado porque me gustaría centrarme en lo estrictamente humano, en todas aquellas personas fallecidas.
Bajo el lema «Pray for Paris» (reza por París) se unió el mundo entero utilizando esta frase como hashtag. Reza, reza por todas las almas, personas y por el consuelo de sus familias.
En nuestra sociedad, pocas personas saben rezar, encomendarse al Santísimo o participar en misa. ¿Motivos? No hacen la Primera Comunión, confirmación o ni se confiesan a menudo como antes se hacía. También, es culpa de los sacerdotes, los cuales han abandonado la práctica de estar en los confesionarios, ya solo se aprecia este fenómeno en pocas iglesias. No solo es la falta de curas en confesionarios, sino la educación religiosa por parte de los padres, que no llevan a sus hijos a misa o catequesis. -¡Qué ellos decidan!-afirman la mayoría de los padres, pero al mismo tiempo, antes de nacer ya le tenían comprada l ropa de cuna y los equipajes del equipo de fútbol de la familia.
Rezar, aquella manera de conectarse con Dios, porque los cristianos no idolatramos imágenes (aunque así lo hagan creer). Los titulares de las cofradías son un método de conexión con Dios -quien no lo vea así, no quiere ver la realidad-. Para momentos como este – y debería de ser más a menudo- necesitamos saber rezar, encomendarse al Santísimo y las oraciones correspondientes. El problema erradica desde las propias cofradías, las cuales en teoría son un enlace entre la Iglesia y el cristiano. Las mismas Juntas de Gobierno no fomentan el rezo y ¿cómo lo van a fomentar? ¿Si muchos de ellos no saben ni La Salve ni entran a rezar el Rosario en los cultos de su propia cofradía?
Si los pertenecientes a las corporaciones no saben rezar, el futuro es más bien opaco. Si no se trasmite las oraciones, el rezo (no solo como peticiones, sino para dar gracias también) nuestro futuro es corto. Ser cofrade no es en esencia sacar un paso a la calle, ser costalero, lucir la medalla de tu hermandad. Ser cofrade es ser cristiano y lo que esto conlleva. Rezar por todos, rezar por los desfavorecidos y rezar por lo ocurrido este fin de semana.
«Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.»[Mateo 6:7].