Ildefonso Roldán Macías.- Recientemente se ha hecho oficial el cambio de orden de paso por carrera oficial de las primeras corporaciones que realizan estación de penitencia a la Santa iglesia catedral en la jornada del Martes Santo.
Con este acuerdo llevado a cabo entre las susodichas, la primera en poner la cruz de guía en Plaza Aladro será, Dios mediante, la hermandad de la Defensión, la cual el año pasado se encontraba en tercer lugar, para posteriormente realizarlo la hermandad de Humildad y Paciencia y en tercer lugar la hermandad de la Clemencia, las cuales lo hacen en una posición posterior al año pasado.
Para muchos esto sólo será un hecho o detalle que no conste de mucha importancia, al igual que para otros esos cambios de orden de paso parece algo disparatado y que rompe la convención puesta de porque la hermandades llevan ese orden en cada jornada.
Bajo mi punto de vista, esto es sólo el comienzo de lo que se irá llevando a cabo en años venideros, cuando las hermandades que actualmente se encuentran en Sábado de Pasión, y que de aquí a menos de un lustro, se incorporen a la nómina de las que transitan por carrera oficial.
Soy de los que piensan que en la vida se debe de aplicar la lógica y en las relaciones que varias partes se ven afectadas, se debe de llegar al acuerdo que más convenga a ambas y sea todo más fácil para el bien común.
También estamos comprobando con este mismo asunto, cómo en la capital hispalense las hermandades de la Madrugá, no son capaces de llegar a un acuerdo para solventar los problemas y vicisitudes que suelen ocurrir en dicha jornada, y precisamente por no aceptar la lógica y el bien común de las partes.
Volviendo a nuestra querida ciudad, la que nos ocupa, existe otra jornada que en los últimos años este suceso se hace latente, como es el Jueves Santo, ya que la hermandad de la Vera-Cruz y la hermandad de Redención cambiaron orden de paso siendo mejor para ambas el resultado y también la hermandad de la Lanzada y la hermandad de la Oración en el huerto se ha planteado esta opción, entre otras tantas, siendo para mi posiblemente la más factible y cómoda para ambas partes.
El año pasado también comprobamos como el Lunes Santo se realizó también un cambio entre las hermandades de la Cena y la Candelaria, agilizando sobre todo el camino de vuelta de ambas cofradías.
Como se puede comprobar, en los últimos años este planteamiento de cambio de orden de paso por carrera oficial se encuentra entre las opciones tomadas por las hermandades para facilitar el transitar de las mismas y aún sin las nuevas incorporaciones de las hermandades de vísperas, por eso apunto que esto es sólo el comienzo de una gran restructuración que sufrirá la Semana Mayor de nuestra ciudad.
Como consejo final, espero que estos cambios se sigan produciendo como hasta ahora buscando lo mejor para todos sin intentar imponer el orden histórico, ni recorridos obligados, ni tampoco horarios de salida o de recogidas como regla no escrita e inamovible y aceptando la propia evolución en la que nos encontramos inmersos, incluso si es necesario, cambiar no sólo de posición en la jornada sino de día en el que realizar la estación de penitencia.