Juan Antonio Vidal Dorado.- El pasado mes de marzo el Papa Francisco decretó un Año Jubilar Extraordinario, el Año de la Misericordia, en el que insiste mucho en la apertura de las iglesias y sobre todo en el sacramento de la Reconciliación.

En Jerez el Año Santo se abrirá el próximo 13 de diciembre en la Catedral con una misa pontifical que presidirá la sagrada imagen de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia de la Hermandad de la Candelaria.

El Año Jubilar es un hecho importantísimo que debemos de aprovechar todos los cristianos ya que es una posibilidad extraordinaria para acercarnos a Dios y, sobre todo, una oportunidad única para pedir perdón, esto que tanto trabajo nos cuesta hacer con nuestro hermano como con el Padre del Cielo.

El Papa nos vuelve a pedir que “hagamos lio”, que volvamos a la Iglesia, que abran los templos y que nos dispongamos a pedir perdón y a perdonar hasta 70 veces 7 como dice el Evangelio.

Es un Año de vital importancia para la Iglesia y en el que los cofrades vamos a participar con procesiones en las calles, pero ojo, que el ruido de los tambores no oculte la verdad que se celebra y que el incienso no turbe nuestras mentes. Más bien que todo esto nos ayude a volver al redil, que cuando el Señor de la Misericordia pase por las calles, enganche, y todos vayamos con corazón limpio a la Catedral y vivamos con plenitud este acontecimiento de la Iglesia Universal. Que la salida del Señor sea el nexo de unión con el pueblo que está alejado de la Palabra de Dios y, ahí, es donde mejor sabemos actuar los cofrades.

Espero, que cuando en Cristo Rey se cierre este Año, las cofradías lo hayan vivido con intensidad y hayan sabido aprovechar este Jubileo de la Misericordia, se haya dado perdón y se haya pedido perdón, así lo quiere el Papa, ¿lo haremos?