De todos es sabido el lógico desgaste que conlleva el sacar un palio a la calle.
Partiendo de la base principal donde el movimiento es parte fundamental de los pasos que cobijan a nuestra dolorosas, la clave se mantiene en el vaivén de los varales que dan la gracia a esta historia.
Y como les decíamos, todo movimiento conlleva que haya desbarajustes por el rozamiento entre si, algo que le viene bastante bien a los orfebres puesto que -como diría aquel- «ellos también tienen derecho a vivir».
Es por esto, que la Hermandad del Desconsuelo ha llegado a un acuerdo con «Orfebrería Hermanos Fernández», para que sea esta empresa la que se encargue de su ajuste y puesta a punto, teniendo de esta forma la idea de que queden como «nuevos».
Cabe reseñar que esta restauración se estrenará la próxima Semana Santa, puesto que el magnífico trabajo que realizara Manuel Gabella Baeza, volverá a relucir para cobijar a la Virgen del Desconsuelo el próximo Martes Santo.