La Vera Cruz
Mañana de frío en Noviembre. Sin avisar, el aire gélido se planta en Jerez y la brisa que corta hasta la respiración, hace que el sistema se plantee el estar un rato mas en la cama. Es domingo y se nota. Como si de un escuadrón se tratara, un centenar de hombres se disponen Porvera abajo encarando lo que viene a ser una prueba. «¿Estos capillitas ya pensando en la Semana Santa? Aún no ha nacido el Niño y ya lo quieren matar», comenta una señora cuando contempla con gesto apesadumbrado como una cruz vacía preside un paso que levemente le resulta familiar, encarando ya la Tornería. Y es que pasar se iba a pasar. Todo medido y calculado. El último milímetro también. La Vera Cruz regresará por calle Francos el Jueves Santo. Con algunos caliches menos en las paredes pero pasará. Todo arreglado.
La Piedad
Están los que se quedaron dormidos y no le salió ni una. Desde calle Taxdirt avanzaba ligero aquel paso de palio que las Antunez bordaran con tal mimo, que para la Piedad pareciera. Aires nuevos corren en el devenir de una cuadrilla que recupera apellidos delante del martillo, lo que no esperamos que se pierda serán las formas, que si se habían como olvidado últimamente. Mas vale tarde que nunca, pero no. La Piedad no entra por la estrechez de Francos. Una auténtica pena porque supondría un auténtico alivio para el regreso de la corporación del Calvario. Habrá que buscar otro tipo de soluciones -si la hay- eso si del Sábado Santo, Monseñor Mazuelos dice que nos olvidemos. O al menos el concepto de Sábado Santo que tenemos pensado los cofrades.