Indagando libros, imágenes fotográficas e itinerarios de la Semana Santa de Jerez de años pasados, encuentro un itinerario con bastante solera, el cual data de los años cuarenta, donde se aprecia un cambio sustancial en nuestra Semana Mayor. En el mismo, hubo varios detalles que me llamaron bastante la atención, como fue el recorrido de las hermandades. Tomando calles que en la actualidad no son utilizadas o son recorridas en dirección contraria. Un dato curioso es el comienzo de la Carrera Oficial, siendo marcado por este itinerario en la Rotonda (Rotonda de los Casinos), finalizando así en la Antigua Colegial, hoy Catedral.
En las imágenes que ilustran este relicario que tengo sobre las manos, se observa con claridad un gran público en pie cuando el paso de Cristo se aproxima. Con ello me surge la duda si estas personas permanecen en pie por respeto a los titulares o por falta de sillas, lo que viene siendo palcos. Pues sí, es un punto intermedio entre la escasez de palcos en aquella Semana Santa y por el respeto que por aquel entonces se tenía al trascurrir de las Hermandades, que cada vez más se ha ido perdiendo, al igual que santiguarse o guardar silencio cuando se aproxima la cruz de guía.
Por aquellos años, no existía esa problemática (que en la actualidad produce tantos quebraderos de cabeza a los miembros de la Unión de Hermandades) de cambios en el inicio de la Carrera Oficial. Después de estudios tras estudios se plantea y aprueba un recorrido, el cual al año o con suerte a los dos años se vuelve a modificar aferrándose a las nuevas incorporaciones por parte de Hermandades de la periferia incorporadas a la Carrera Oficial.
Todavía queda un gran número de nuevos ingresos por parte de Hermandades de la jornada del Sábado de Pasión. Entonces, ¿cada vez que se produzca una nueva incorporación se modificará nuestra Carrera Oficial?. Cabe señalar la modificación de palcos y su redistribución al cambio de esta.
Cabe señalar el reducido número de cofradías que por aquel entonces recorrían las calles de nuestra ciudad, realizando estación de penitencia unas dos o tres hermandades por cada jornada, quedando sólo una cofradía el Martes Santo. También, en las fotografías mas recientes, se aprecian unas molías más voluminosas que las ahora utilizadas y sin forrar. Además, los costaleros no iban uniformados por igual.
Las imágenes titulares de las Hermandades diferían de las que en la actualidad recorren las calles jerezanas, al igual que los pasos y mantos de las Vírgenes, ya que se reemplazaban por otros de mayor calidad artística o por el simple hecho de no restaurarlos (en el caso de que su coste fuese mayor). Los enseres que han sobrevivido se encuentran algunos en un estado deteriorado, debido al menor mimo y afán por mantener aquellas piezas de artes que se tenía años atrás. Se han llegado a vender pasos para sustituirlos por otros de mayores dimensiones, por no modificar el anterior o por simple capricho de un grupo de hermanos adinerados.
Si mal no recuerdo, he llegado a presenciar cómo los bordados de un manto se encontraban fijados con un tipo de pegamento al terciopelo e infinitud de maneras de chapucear una joya cofrade. Gracias a Dios, se ha evolucionado y ahora existe una mayor preocupación por conservar e incluso recuperar los enseres que en una época fueron vendidos o abandonados