Ildefonso Roldán.- Ya es Jueves Santo y como un suspiro se nos irá este sueño, comienzo del Triduo Pascual para recordarnos la pasion y muerte de Cristo pero con la esperanza de que resucitará y será la salvación del mundo.
Eso es lo que ocurre hoy, para los que unifican la tarde con la Madrugá, podrán comprobar como se abre la jornada con esperanza y de cierra con esperanza.
En lo referido a la tarde a la hermandad de la Vera Cruz -con la espectacular talla del cristo de la esperanza- la pueden ver en la ida por Chancilleria y a su vuelta por San marcos y Francos.
La hermandad de la Redención la pueden buscar en su barrio a primeras horas de la tarde o acompañarla a su regreso siendo la ultima en recogerse de esta jornada.Debemos destacar su paso por Carpintería y Tornería haciendo las delicias de los allí congregados.
La Lanzada debemos verla en el Carmen a su salida, o en su regreso por Carpintería.
La Hermandad de la Oración en el Huerto presenta en la jornada de hoy una novedad en su itinerario, el paso por el barrio de San Pedro el cual les aseguro que sera un gran momento además de su regreso por Pozuelo.
Por último cierra la tarde noche, la Hermandad del Mayor dolor, dolorosa y palio que donde lo contemplen disfrutaran pues es una delicia para los sentidos este soberbio conjunto. Es muy recomendable contemplar a esta corporación en su salida y recogida por Plaza de la Asunción así como Tornería a la ida y Pozuelo de vuelta.
Ya en la Madrugada Santa, nos encontraremos con el día grande para el cofrade, la noche mas bonita del año y donde tantas cosas cobran sentido, el poder devocional de las cofradías de la Madrugá es difícilmente comparable.
La noche comienza con el Santo Crucifijo, cofradía conocida como el Silencio, pues algo que tanto trabajo cuesta conseguir ellos sin duda alguna lo hacen. Su salida es todo un clásico de nuestra Semana Mayor aunque se puede disfrutar en cualquier parte del recorrido.
Desde San Francisco procesiona la Hermandad del Señor de la Via-Crucis y Maria Santisima de la Esperanza, como ya dije no hay que perderse, esta cofradía conocida como el Silencio Blanco en puntos como la Plaza Esteve o el Barrio de San Pedro.
La jerezanía en su mayor grado lo aporta la Hermandad del Nazareno, conocido sencillamente como Jesus, quien además por estos lares da nombre a esta noche. La corporación de Jesús Nazareno se puede ver en cualquier zona de su recorrido y más aun no hay que buscarla sino dejar que sea ella quien te encuentre. De todas formas su regreso por calle Larga es otro momento álgido de nuestra Semana Santa.
Desde el Barrio de Santiago nos llega en esta ocasión la seriedad de la Hermandad de la Buena Muerte, una dulzura de cofradía aun siendo silente y de cola negra sus túnicas hay que verla en.su regreso una vez ya amanecido el dia llegando a su barrio con el cante de múltiples saetas.
Todo esfuerzo tiene su recompensa y para cerrar la Madrugá llega la Hermandad de la Yedra, el fervor descomunal es latente en el peregrinar de la cofradía pero en su barrio llega a la máxima ebullición. En su salida hasta pasada la Cruz vieja son muchísimas personas las que disfrutan de los titulares, así como en el barrio San Pedro, uno de los momentos más mágicos de la noche.
Por supuesto y como recompensa a la que me refería, es la mañana de la Esperanza, desde Arenal hacia su templo acompañar a la Esperanza seguro que no deja indiferente a nadie por toda la magnitud de los momentos devocionales que se viven en torno a la Madre de Dios.