A sabiendas, el Jueves Santo, aquel día ventoso que parecía no se produciría llego a completarse por completo. Las nubes amenanzantes y el rictus de la jornada anterior, hacían presagiar que nos quedaríamos sin cofradías en la calle. Hasta hubo momentos de pequeñas gotas que se diluyeron en el aire, fundiéndose con el incienso expedito, de los aromas que nos traía la jornada del amor fraterno. Una fragancia diferente, en distinta vasija.
La primera la de la Vera Cruz, con su impronta de cofradía de negro que sufre el incesante e incómodo devenir de aquellos que no saben como revestir a sus hijos con la túnica. La cofradía gusta y mucho, pero denotamos cierto deterioro al contemplar «nazarenos» con algún que otro calzado inadecuado y mangas de jersey para el frío. Calidad frente a cantidad, es algo que reiteramos. Delicada joya, Santa María de las Lágrimas, con un exquisito repertorio magníficamente interpretado por la Unión Musical Astigitana.
La segunda fragancia, nos llegaba con aires alegres y salesianos, la Hermandad de la Redención que con su particular impronta en la calle, hace disfrutar al público. Su paso de misterio está quedando espectacular, así como destacar el nuevo crucificado que sirve como cruz alzada abriendo el cuerpo de ceroferarios. Gusta la cofradía de capa y el sentido de esta en la calle. No gusta tanto la túnica del Señor, algo fuera de tono y de la escena.
La tercera fragancia, la de la Hermandad de la Oración en el Huerto. Estampa popular de una corporación que lo pone todo, pero le falta algo. No sabemos el qué, pero tal como llega se va y no nos deja ese regusto que nos dejaba antes. Y mira que lo tiene todo: pasos espectaculares, imágenes espectaculares, música…Por cierto, la Virgen de Confortación es un auténtico regalo que no sabemos valorar en nuestra ciudad, además si la viste José Carlos Gutiérrez, se pone mas aun en valor. Una escena única en Andalucía, España y el Mundo, al alcance de muy pocos.
La cuarta fragancia, nos llega en un pequeño bote delicado, pero con un aroma inconfundible. Sin duda una cofradía -esta de la Lanzada-con un sabor romático exento de cualquier otro aditivo. El acompañamiento de banda de música completa, le imprime un carácter mas peculiar aún y que nos habla de seriedad, compostura y categoría. Probablemente el andar del paso al son de la música, ha favorecido a la cofradía, aunque a nosotros -cuestión de gustos- nos gusta mas contemplarlo con un acompañamiento solo.
La última esencia de la que hablamos, es una de las que tiene el aroma mas concentrado en esta jornada. La Hermandad del Mayor -donde deberían fijar un poco mas el cortejo nazareno del misterio- nos ofreció momentos de exquisita brillantez, ante posiblemente uno de los conjuntos mas peculiares de la Semana Santa. Cofradía muy completa, que nos deja el sabor del Jerez de siempre. La Agrupación Musical «Nuestra Señora de la Encarnación» de Sevilla, puso las notas al misterio del Ecce Homo, con una nota superalta. Enhorabuena a la hermandad por la elección.