Con la firme certeza que nos habla de la seguridad en torno a la noche y la mañana, una seguridad que nos habla del resurgimiento durante mucho tiempo de unas bases bien templadas. Quien quiera otra cosa puede quedarse dormido en casa o irse a Cancún.
La falta de sueño hace que la jornada del Viernes se convierta en efímera, contrarrestando la realidad indolora del fin. Incluso si la jornada comienza mas tarde, por aquello de que se recogió la Esperanza y comenzó a llover como si no lo hubiera hecho nunca.
La Hermandad de la Exaltación puso sus credenciales bien claras: barrio y cofradía van de la mano. Son un binomio inamovible y eso se nota, se palpa, se huele cuando la corporación recorre las calles de nuestra ciudad. Impactante el paso de misterio que camina con una espectacularidad medida y marcada, lo hacen junto a la Agrupación Musical «La Sentencia», que suena de manera sencillamente genial. Con razón en Torreblanca se fijaron en ellos. El paso de palio, con la Virgen de la Concepción como reina unísona, reserva ese bello tintineo de asomo y dulzura, que por momentos nos hace trasladar a la década de los ochenta. Por resaltar algo que no nos hizo demasiada gracia, la Banda Municipal de Villalba del Alcor, no terminó de sonar como otras veces.
Si les parece, me gustaría permitirme la licencia de llamar a las cosas por su nombre. Loreto, la cofradía de la que nadie habla, pero de la que no hace falta que hablen. Una auténtica delicia desde la cruz de guía hasta el preste. No hay mas. Del «realejo» hablamos otro día. Apto solo para paladares exquisitos.
La Soledad como siempre, demostrando la elegancia que propone de manera insistente de principio a fin. El misterio andando de manera sobria y elegante -sobra los costeros en Rivero- con una Banda de la Caridad que aportó mucho en su andar. La Virgen, en su línea de sutileza. Maravillosa.
El Cristo es Jerez y Jerez es el Cristo. Cofradía con mas sabor no creo que haya en la ciudad, sobre todo si la contemplamos en su barrio. Todo esto no hace que tengas la potestad inequívoca de hacer lo que te de la real gana. Todo no puede ser, aquí estoy yo. Todo no puede basarse en que somos lo que somos. No. No es justo que la cofradía se recoja una hora tarde y se deje una hora de retraso, con lo que ello conlleva para la Piedad y para Loreto, que debemos recordar se encontraba esperando en la Alameda del Banco para poder regresar.
Si pudiéramos comparar a la Piedad con un dulce sería un «amarguillo». Es básico saber que a la corporación le afectó mucho el retrasar una hora la jornada. Con lo que gusta el conjunto, con la dulzura de esa mano, con el entrañable pesar de las «marías», no podemos permitirnos un final tan solo. Será cuestión de cambiar la mentalidad o no, pero hay que hacer algo. ¿Sábado Santo? Enfoquemoslo de otra manera ¿no?
Por cierto, genial los nuevos faroles para el paso de la urna, está quedando un conjunto muy completo.