Con profunda tristeza, creemos necesario salir al paso de las muy desafortunadas declaraciones que en los últimos días han sido publicadas y difundidas tanto por el actor madrileño Guillermo Toledo, como por la política andaluza Teresa Rodríguez, llenas de resentimiento, odio, y menosprecio hacia la religión católica, y hacia quienes libremente, y en el ejercicio de nuestros derechos, la profesamos.
Nos parece del todo punto inaceptable este ataque gratuito a la Iglesia, a su moral, y a sus dogmas, ataque que si bien nace del legítimo derecho a la libertad de expresión recogido en la Carta Magna Española, se convierte a la vez de manera soez y sin sentido, en una absoluta falta de respeto y de consideración, para con los millones de personas que simplemente han decidido de manera libre y voluntaria, seguir los caminos de Cristo, y practicar sus enseñanzas.
Esta Hermandad Sacramental no puede ni debe pasar por alto esta situación sin mostrar su más enérgica condena por estas ofensas, máxime teniendo en cuenta que ya en 1617, nuestra corporación juró de manera unánime, defender el Voto de la Inmaculada Concepción de Santa María Virgen, mucho antes de que el mismo alcanzara la consideración de Dogma, algo que cada año desde entonces, hemos renovado a través del paso de los años y de los siglos. Nuestro rechazo, por tanto, hacia los insultos proferidos al Santo Nombre de Dios, y a los misterios de la Dogmática Universal de la Iglesia.
Por último, hacemos votos porque imperen en nuestro país la cordura y el respeto mutuo necesarios para el buen convivir de todos, al tiempo que elevamos nuestras oraciones ante el Sagrario, por todos los que aún no han tenido la dicha de escuchar las misericordiosas palabras del Señor Dios Todopoderoso. En estos tiempos difíciles en los que nos toca vivir a todos, los creyentes y no creyentes tenemos muchos más puntos de encuentro que de desencuentro, y es precisamente en ellos, donde debemos mostrar nuestra unión ante las dificultades, y nuestra solidaridad ante las situaciones de injusticia e infelicidad que nos acucian cada día.
Como Confraternidad Sacramental, nos unimos en Oración, pidiendo por la Paz del Mundo, por las intenciones del Santo Padre Francisco, y por la unidad entre todos, dentro del marco de las libertades en las que debemos encontrarnos los seres humanos, sin hacer de la común convivencia, un lugar de desunión, sino de unión.
Ilustrísima, Venerable y Antigua Hermandad y Cofradía del Santísimo Sacramento, Santísimo Cristo de las Almas, Nuestra Señora de la Paz y Ánimas Benditas.
Jerez de la Frontera.