El 28 de febrero será un día señalado para los cofrades de la Hermandad de Bondad y Misericordia. Esa fecha – en este 2019- será la que ponga fin a un calvario interior que los ha llevado a exiliarse de su barrio para poder procesionar. Pero la labor ha sido callada y constante, por eso los frutos aunque un poco tarde han llegado.
El Señor de Bondad y Misericordia, será traslado en esta jornada hasta la Parroquia de San Juan de Dios, sede definitiva de la corporación y que ya acoge hace bastantes meses a sus hermanos. La llegada de la talla, será el inicio de una nueva etapa en el seno de la cofradía, que por fin, podrá hacerse más en el barrio.
Nos alegra está noticia que, junto a la de la cesión de unos terrenos que servirán para construir lo que será su zona de trabajo más concreta, ofrecen un respiro para los integrantes del colectivo.