Adrián Zurera de la Peña.- Fin de semana cofrade el que hemos dejado atrás. Presentación del cartel oficial del Vía-Crucis de la Unión de Hermandades, el anunciador de la Semana Santa por esta casa y besapies en el Perdón.
Dicen que estamos inmersos de lleno en Precuaresma y razón no les faltan. En las hermandades se respira a Semana Santa, los besamanos se ultiman en las libretas de los mayordomos y los ensayos son más duros que nunca.
Ansias cuaresmales son las que invaden a todo cofrade en esta larga espera. Se comienza a dar las últimas puntadas a las túnicas para los futuros nazarenos, las casas de hermandades preparan horarios para el reparto de las papeletas de sitios, el Consejo da las pinceladas definitivas a los horarios e itinerarios de nuestras corporaciones o se realizan esas anheladas pruebas por calles estrechas para el transitar de esa hermandad que por vez primera pisa la Carrera Oficial.
No quiero desesperar, pero aguardar la espera, no puedo. Tampoco, la ilusión quiero perder. Esa ilusión que puede ser arruinada por ansias cuaresmales, pero no esas antes citadas. Las ansias déspotas del que nunca pudo ser lo que soñó e intenta arruinar a ese joven que con su ilusión como herramienta se acercó a la hermandad de la mano de su padre para vivir, para soñar… porque después, desde un balcón verá la vida convertida en un paso de misterio pasar. Ese joven que un día se acercó a la hermandad, ese joven que sin querer aprendió a ser hombre, mañana será tu hijo. Ese niño es hoy el mañana.
No dejen que esas ansias cuaresmales sigan los derroteros equivocados, que esas ansias por ver palmas un domingo sea la más bonita ilusión de todo cofrade. ¡Qué esas ansias se conviertan en ilusión, y la ilusión en Hermandad!