Javier Serrano Navarro.- Ahora que ya todo ha pasado, ahora que ya todos hemos realizado nuestro balance personal, más o menos acertado, ahora, es cuando a mí me gustaría expresar lo que siento en referencia a mis vivencias durante el pasado Domingo de Ramos.
Ya que este año ha sido un año diferente y especial a otros Domingos de Ramos que he vivido, uno llega a darse cuenta de hasta donde somos capaces de llegar los cofrades, para lo bueno, y para lo malo.
Por un lado, quisiera destacar de manera positiva a todos aquellos hermanos que deciden apoyar a las juntas de gobierno de su cofradía en los momentos difíciles, secundando su decisión sea cual fuere. Porque somos HERMANDAD, y debemos ser una.
De chapeau, también, el comportamiento de un cortejo, en el cual tienen gran presencia los niños dando, una vez más, una lección sobre comportamiento y saber estar en los momentos de mayor tensión y nerviosismo.
Y, sí, en los momentos de mayor tensión y nerviosismo hay que destacar algo negativo también, porque en esos momentos, debe aparecer la cordura y la mesura, para ayudar a las hermandades y cofradías, pero no esa actitud, y ese trato que se recibe en la Santa Iglesia Catedral, tanto por parte de canónigos, como por parte de aquellas personas, de seguridad externa a la Catedral, que por el simple hecho de tener una acreditación, son los dueños del cortijo y manejan como le viene en gana.
Tantísimas veces nos quejamos del público en Jerez, que a veces se nos olvida que también son capaces de transmitir muchas cosas, sobre todo cuando ven que la situación no es la favorable. Creo que es de agradecer a todas aquellas personas, que sabiendo el esfuerzo de costaleros, nazarenos, cuerpo de acólitos, capataces etc. aplaudían al paso de la cofradía.
Pero esto de ser cofrade, a veces, es un arma de doble filo, porque en numerosas ocasiones, nos creemos con el don de la ubicuidad, y del derecho a opinar y criticar, de todos los temas y situaciones, aun sin haberlas vivido. No puedo llegar a entender, como un hermano de otra cofradía que realiza estación de penitencia el mismo día, es capaz, de ‘’conocer’’ con todo lujo de detalles, LA VERDAD. Dentro, de estos cofrades, está surgiendo una nueva corriente de hace varios años para acá, esa corriente engloba a meteorólogos con un master en ‘’Twitter’’ y, todo un clásico, aquellas personas, que hubiesen tomado la decisión correcta, con total seguridad, admitiendo, sin ningún atisbo de duda, frases como: ‘’ Se veía venir’’, ‘’Lo mejor era…’’
Pero si de críticas hablamos, y de información cofrade, en Jerez, no ùeden faltar esos pseudo-periodistas cofrades, los cuales más que dedicarse a informar, su objetivo es alimentar la polémica, para crear cismas entre hermandades, hasta el punto de que estamos hablando de ‘’prensa rosa cofrade’’.
Como todo no va a ser malo, creo que se debe hacer mención especial, a todos aquellos que anteponen el patrimonio humano, al patrimonio artístico, sabiendo que las personas son el motor fundamental de nuestras hermandades y cofradías.
Y por último, creo que en este año que predica más que nunca la misericordia, no tachar de no ser solidarios a otros, sin tener ningún tipo de memoria, faltando a la verdad. Debemos pedir más perdón, aprender a asumir las responsabilidades y consecuencias de los actos y no escurrir el bulto, y manchar a otras hermandades.