Hay momentos en la vida que no se olvidan con facilidad, en la mía uno de ellos fue la primera vez que puse un pié en la Facultad. Recuerdo ese día soleado del mes de septiembre sevillano y yo con mis 18 años hecho un manojo de nervios ante la etapa que tendría que afrontar en los próximos cuatro años. La Decana de la Facultad de Humanidades nos habló de la impoasu football jersey casio model calculator erlich bademode casio g shock dw 5600e 1ver selected frakke brun two people fishing kayak sac petite mendigote westerm kalap marc jacobs handtassen outlet mug bedrucken amazon erlich bademode hq8716 Italy ua old skool superfit galaxy ua old skooltancia y del orgullo de las Humanidades, de cómo somos los que tendríamos que profundizar en la Historia con los instrumentos adecuados. Nos enseñaron una serie de pautas que nos servirían, no sólo para nuestra carrera, sino para nuestra vida como futuros investigadores. Dicho esto nos las mostró, eran dos. Pero en este caso nos centraremos en una de ellas:
«Siempre debemos ir a fuentes primarias, a aquella documentación que se encuentra en los Archivos. Nunca mirar fuentes como periódicos, revistas (no científicas), blogs o wikipedia. Puesto que esta información no se nos muestra tal y como fue»
Pues bien, esto es lo que en mi opinión (la de un Graduado en Humanidades) es lo mínimo que tendrían que saber todos aquellos que pretenden jugar a ser historiadores y se acaban equivocando por no mirar la fuente adecuada al hecho que quieren narrar.
Este es el caso de ayer por la mañana, cuando me levanto y veo en una página enorme del Diario de Jerez “Hoy es el 125 aniversario de la reorganización de la Hermandad del Desconsuelo” mi cara de sorprendido no me dejaba apartar la mirada del titular. Tras un instante procedo a la lectura, en la que muestra la fuente de la consulta, y su contenido, para nada original puesto que dice lo mismo que la fuente pero con sus palabras y más resumido. Si realmente hubiera consultado las fuentes primarias, es decir los documentos que se encuentran tanto en el Archivo de la Hermandad como en el Archivo Diocesano, hubiera podido realizar un buen artículo hablando de la “verdadera reorganización de la Hermandad del Desconsuelo”. Cuyo proceso según el Expediente de aprobación de reglas, nos remonta a 1882 (Archivo Histórico Diocesano de Jerez de la Frontera, Fondo Hispalense. Hermandades. Estatutos Desconsuelo 1882-1898. Caja 6. Documento 73.2. ) y que finaliza en 1898 cuando el Beato Marcelo Espínola firma el decreto de Reorganización de la Hermandad del Silencio de Nuestro Padre y Señor de las Penas y María Santísima del Desconsuelo el 12 de febrero de 1898 (A.H.D.J.F. Gobierno. Libro de Reglas de 1898. Caja 1. Libro 1).
La gente tiene poco interés por aprender y por localizar la información, así que se recurre al camino fácil, la Hemeroteca. Y esto acaba tergiversando la Historia, puesto que luego tenemos que llegar los historiadores e intentar desmentir lo que otros malamente han escrito.
Existe un pasaje en el Evangelio el cual todos nos podemos aplicar “Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”