Las Semana Santa y sus salidas procesionales son un elemento que se han ido configurando con el paso de los años y acorde a los movimientos sociales y a la dependencia de ellos hacia las procesiones. Tras unas décadas de letargo, los años 20 del siglo pasado vinieron con aires reformadores que entrarían de lleno en las aún dormidas Hermandades de penitencia de nuestra ciudad, ello supuso la recuperación de procesiones y la fundación de nuevas Hermandades, marcando así fechas importantes en la historia de nuestra Semana Mayor.
La historia que venimos a referir trata de la recuperación de las salidas procesionales y del aumento de dichos días de nuestra Semana Santa. Hasta el año 1923 las jornadas que tradicionalmente habían acogido desfiles por las calles de Jerez eran las de Domingo de Ramos, Miércoles Santo, Jueves Santo, Noche de Jesús y Viernes Santo por la tarde. Sin embargo, un hecho que sucedió en el año 1922 acaeció en el barrio de San Mateo, un grupo de hermanos auspiciados por el entonces párroco de los Cuatro Evangelistas deciden reestablecer la antigua procesión de la Hermandad del Desconsuelo cuyos titulares se encontraban en dicha parroquia. Reunidos en abril de 1922 aprueban hacer todo lo posible por organizar la cofradía para la próxima Semana Santa desde el encargo de túnicas hasta rifas para poder costear la procesión.
La fecha elegida para procesionar en 1923 sería el 27 de marzo, Martes Santo, el motivo del porqué ese día en concreto lo desconocemos pues las fuentes documentales no arrojan mucha luz al asunto. Según las crónicas de el Diario el Guadalete sabemos que las puertas de San Mateo se abrieron a las 7 de la tarde de aquel primer Martes Santo, donde los cofrades del Desconsuelo estrenaron la túnica de capa rojinegra, y se recuperó con júbilo una de las Hermandades históricas de Jerez.
De ese primer Martes Santo, del que justo este año se cumple su primera centuria, mucho ha evolucionado la jornada. Durante 20 años la Hermandad de los Judíos estuvo procesionando en solitario, fue en el año 1943 cuando la joven Hermandad del Amor empezó su andadura en dicho día desde la Iglesia de San Juan de los Caballeros.
Poco tiempo más tarde se incorporaría la Hermandad de la Defensión en el año 1958, desde el por aquel entonces lejano convento de Capuchinos. En la década de los 60 por un corto periodo se incorporó la Hermandad de la Cena, que decidió posteriormente trasladarse al Lunes Santo. No sería hasta los primeros años del nuevo milenio cuando se incorporaría una nueva Hermandad a la jornada, en este caso la joven Hermandad de la Clemencia cuando en el año 2005 haría historia al hacer Estación a la Santa Iglesia Catedral desde la Iglesia de San Benito. En el año 2014 se produciría la cuarta incorporación con la Hermandad de Humildad y Paciencia, que en el año 2022 abandonó el Martes Santo para procesionar el Jueves Santo. 5 años después en 2019 se incorporaría la Hermandad de la Salud desde la parroquia de San Rafael en el barrio de Federico Mayo. Y en el año 2022 serían la Hermandade de Bondad y Misericordia, y la Hermandad de la Salvación las que completasen el turno de incorporaciones en el Martes Santo.